Con esta simple premisa Juan Mann emprendió un generoso y entrañable movimiento denominado “Free hugs”, saliendo un día cualquiera a las calles de Sydney, concretamente a “Pitt Mall Street” ofreciendo a todos los desconocidos viandantes que lo deseasen, un abrazo gratis.
Después de ese primer gesto anónimo, espontáneo, vital y humanizador, comenzó a gestarse un magnifico movimiento que a día de hoy se extiende por muchas de las grandes ciudades del planeta Gaia.
La historia de Juan Mann se remonta a una noche de enero de 2004 cuando agobiado y deprimido por diversas circunstancias personales, acabó en una fiesta en la que una completa desconocida se acercó y le dio un caluroso abrazo. Por un instante Juan Mann olvidó todas sus penas y se sintió realmente feliz.
Seis meses después de esa explosión de felicidad momentánea, Juan Mann inspirado en la deshumanización con la que vivimos en las grandes ciudades, decidió bajar un jueves cualquiera del mes de junio a la Pitt Mall street de Sydney para repartir abrazos gratis a al gente. Tras 15 minutos logró dar su primer abrazo. Le maravilló la experiencia de ver sonreír a la gente que se acercaba a darle un abrazo, por lo que siguió bajando cada jueves por la tarde a Pitt Street con su cartel en mano ofreciendo abrazos gratis a todas las personas que lo querían, abrazos anónimos, sin nombres, sin citas, sin números de teléfono, solo abrazos.
Uno de esos jueves Juan Mann se cruzó con Shimon Moore, actor y guitarrista de los Sick Puppies que por aquel entonces trabajaba de hombre anuncio por las calles de Sydney. Juan Mann además de darle un abrazo, le contó a Shimon toda la historia, la cual le pareció la idea más bonita que jamás le habían contado, por lo que este decidió grabarlo en vídeo a su amigo. Tras esto, la historia de este anónimo personaje llegó a la prensa local e incluso dada su popularidad en la ciudad, llego a ser vetado por las autoridades los cuales tuvieron que revocar su prohibición de “free hugs”, tras recoger varios miles de firmas anónimas que pedían la vuelta de Juan Mann a Pitt Mall Street.
La historia dio un giro inesperado cuando fallece la abuela de Juan Mann a la que este quería especialmente. Esta noticia llega a oídos de Shimon Moore, que con la intención de conseguir una sonrisa de la persona, que tantas sonrisas había ganado de la gente con sus abrazos, decide grabar un videoclip con todas las imágenes que grabo de Mann con la música de uno de los temas de Sick Puppies “all the same” realizando el montaje durante toda una noche. A la mañana siguiente se lo envió a su amigo con un mensaje que decía “esto es lo que tú eres”. El vídeo lo colgó también en Youtube convirtiéndose en uno de los más vistos del planeta.
Todo el montón de circunstancias que han rodeado a los abrazos de Mann han hecho que estos hayan traspasado fronteras, culturas, ideologías, hasta convertirse en un movimiento mundial al que se ha sumado gente de Nueva York, Polonia Corea, Canadá, Zurich, Roma, Dusseldorf, Kiev, Barcelona, Valencia y Tel Aviv. El movimiento continúa.
Hoy, Juan Mann, permanece en el anonimato (ni siquiera es su verdadero nombre ya que Juan Mann es solo un juego de palabras que el mismo creo, ya que pronunciado es “one man”, un hombre), mientras tanto sus abrazos siguen repartiéndose por todo el planeta.
No se que pensareis, pero yo creo que es una historia tan singular como hermosa que debería ser admirada por todos, y lo mejor es que todo esto empezó con algo que realmente a veces, es lo único que necesitas, un abrazo
Después de ese primer gesto anónimo, espontáneo, vital y humanizador, comenzó a gestarse un magnifico movimiento que a día de hoy se extiende por muchas de las grandes ciudades del planeta Gaia.
La historia de Juan Mann se remonta a una noche de enero de 2004 cuando agobiado y deprimido por diversas circunstancias personales, acabó en una fiesta en la que una completa desconocida se acercó y le dio un caluroso abrazo. Por un instante Juan Mann olvidó todas sus penas y se sintió realmente feliz.
Seis meses después de esa explosión de felicidad momentánea, Juan Mann inspirado en la deshumanización con la que vivimos en las grandes ciudades, decidió bajar un jueves cualquiera del mes de junio a la Pitt Mall street de Sydney para repartir abrazos gratis a al gente. Tras 15 minutos logró dar su primer abrazo. Le maravilló la experiencia de ver sonreír a la gente que se acercaba a darle un abrazo, por lo que siguió bajando cada jueves por la tarde a Pitt Street con su cartel en mano ofreciendo abrazos gratis a todas las personas que lo querían, abrazos anónimos, sin nombres, sin citas, sin números de teléfono, solo abrazos.
Uno de esos jueves Juan Mann se cruzó con Shimon Moore, actor y guitarrista de los Sick Puppies que por aquel entonces trabajaba de hombre anuncio por las calles de Sydney. Juan Mann además de darle un abrazo, le contó a Shimon toda la historia, la cual le pareció la idea más bonita que jamás le habían contado, por lo que este decidió grabarlo en vídeo a su amigo. Tras esto, la historia de este anónimo personaje llegó a la prensa local e incluso dada su popularidad en la ciudad, llego a ser vetado por las autoridades los cuales tuvieron que revocar su prohibición de “free hugs”, tras recoger varios miles de firmas anónimas que pedían la vuelta de Juan Mann a Pitt Mall Street.
La historia dio un giro inesperado cuando fallece la abuela de Juan Mann a la que este quería especialmente. Esta noticia llega a oídos de Shimon Moore, que con la intención de conseguir una sonrisa de la persona, que tantas sonrisas había ganado de la gente con sus abrazos, decide grabar un videoclip con todas las imágenes que grabo de Mann con la música de uno de los temas de Sick Puppies “all the same” realizando el montaje durante toda una noche. A la mañana siguiente se lo envió a su amigo con un mensaje que decía “esto es lo que tú eres”. El vídeo lo colgó también en Youtube convirtiéndose en uno de los más vistos del planeta.
Todo el montón de circunstancias que han rodeado a los abrazos de Mann han hecho que estos hayan traspasado fronteras, culturas, ideologías, hasta convertirse en un movimiento mundial al que se ha sumado gente de Nueva York, Polonia Corea, Canadá, Zurich, Roma, Dusseldorf, Kiev, Barcelona, Valencia y Tel Aviv. El movimiento continúa.
Hoy, Juan Mann, permanece en el anonimato (ni siquiera es su verdadero nombre ya que Juan Mann es solo un juego de palabras que el mismo creo, ya que pronunciado es “one man”, un hombre), mientras tanto sus abrazos siguen repartiéndose por todo el planeta.
No se que pensareis, pero yo creo que es una historia tan singular como hermosa que debería ser admirada por todos, y lo mejor es que todo esto empezó con algo que realmente a veces, es lo único que necesitas, un abrazo
2 comentarios:
qué curioso que cuentes esto, porque hace tiempo que estamos planeando hacerlo en "Gran Día".
Dan ganas de empezar ahora mismo eh?
abrazos gratis con dos brazos!
ea giralim!, no dudes en avisarme, iré tan deprisa como pueda para dar abrazos y sonrisas, para dar eso que a veces, es lo único que necesitamos...
free hugs for you!
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