
Todo suena como suena un aeropuerto internacional en mitad de una mañana cualquiera, miles de vidas extrañas cruzándose constantemente. Rostros desconocidos, personas sin nombre convertidas en destinos dispares. Un aeropuerto es una puerta abierta al resto del mundo, es una gran caja de sueños donde se mezclan desordenadamente todos los sentimientos que una persona pueda experimentar. El chico se para a contemplar, ver y oír todas esas caras y voces de felicidad, tristeza, ilusión...; le resultan extrañamente cercanos todos esos sonidos entremezclados, a pesar de no haber estado antes allí, a pesar de que ahora son zapatos extranjeros los que caminan de un lado a otro sin un sentido aparente. Frente a la puerta de salida de pasajeros, se detiene un instante antes de que sea el tiempo el que se detenga frente a el y por un momento sus pulsaciones se disparan pensando en ese hermoso sueño que desde hace semanas se ha estado colando cada madrugada por su ventana, con forma de duendecillo llegado desde muy lejos, recordándole que lo que hace especial y hermoso a su camino junto a ella, es que siempre discurre por encima del resto del mundo, siempre por lugares por donde nadie antes había caminado...
...Instantes después se detienen todos los relojes, ya no hay pensamientos ni sueños, ya no hay sonidos entremezclados de zapatos extranjeros, ni ciudades que flotan sobre el agua...ahora en mitad de ese todo, solo están ellos dos, el chico, la chica y todos los latidos del corazón...
2 comentarios:
marica
jajaja
gracias!
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